En el Islam, se entiende que los desafíos, dificultades y éxitos de la vida no ocurren al azar en un universo caótico, sino que son parte de un plan meticuloso diseñado por Al-lah en Su infinita sabiduría.
Un verdadero creyente reconoce que la vida se desarrolla según un decreto divino y que cada evento tiene un propósito dentro de este sistema perfectamente ordenado.
Al-lah nos informa en el Corán que enfrentaremos pruebas y
dificultades, y nos instruye a afrontarlas con paciencia y fortaleza.
Esta comprensión se refuerza a través de la creencia en la Unicidad
de Al-lah y en las enseñanzas del Islam, que brindan orientación
detallada sobre cómo superar las dificultades de la vida.
Al seguir los principios establecidos en el Corán y los hadices auténticos del Profeta Muhammad (la paz sea con él), el creyente puede soportar las pruebas con dignidad e incluso encontrar razones para agradecer en medio de ellas.
Al-lah, el Altísimo, dice :
“Los pondremos a prueba con algo de temor[1], hambre, pérdida de bienes materiales, vidas y frutos, pero albricia a los pacientes. ”
(Corán 2:155)[1]
A peligros inminentes.[2] Del esfuerzo personal.[3] Que recibirán una hermosa recompensa.
Para un creyente, cada
acontecimiento en la vida, ya sea de alegría o de dificultad, es
parte del decreto divino de Al-lah.
Las pruebas sirven como oportunidades de crecimiento espiritual y a menudo contienen bendiciones ocultas, recordándonos que la vida mundanal es efímera—un breve paso hacia la eternidad.
Al aceptar esta realidad y acercarnos más a Al-lah, podemos alcanzar una paz interior profunda y una tranquilidad verdadera.