El Islam promueve el concepto
de igualdad al enfatizar la dignidad y el valor inherentes de todos
los seres humanos, sin importar su raza, género, color o estatus
social.
El Corán enseña que todas las personas son iguales ante Al-lah y que su verdadero valor se mide por su fe y buenas obras, no por atributos mundanos.
Al-lah, el Altísimo, dice :
” ¡Oh, seres humanos! Los he creado a partir de un hombre y de una mujer, y los congregué en pueblos y tribus para que se reconozcan los unos a los otros. El mejor de ustedes ante Dios es el de más piedad[1]. Dios todo lo sabe y está bien informado de lo que hacen.”
(Corán 49:13) [1]
La piedad se encuentra en el corazón, por lo tanto el único que puede juzgar cuán piadoso es alguien, es solamente Dios.
El Islam promueve la justicia y prohíbe toda forma de segregación, discriminación por clases y racismo.
Ordena a los creyentes tratar a los demás con equidad, respeto y dignidad, y también aboga por los derechos de las mujeres, los pobres y los oprimidos.
Las enseñanzas del Islam buscan una sociedad donde todos tengan igualdad de oportunidades y sean tratados con compasión, enfatizando que el verdadero valor radica en el carácter de una persona y en su relación con Al-lah.