La ira es una emoción humana natural, pero si no se controla,puede llevar a decisiones impulsivas y relaciones tensas. El Islam,en su sabiduría, enfatiza la importancia del autocontrol y proporciona tanto orientación práctica como espiritual para ayudar a las personas a dominar sus emociones, asegurando la paz
interior y la armonía con los demás.
El Profeta Muhammad (la paz sea con él) ofreció métodos sencillos pero profundos para controlar la ira. Aconsejó buscar refugio en
Allah contra Shaytán, ya que la ira suele surgir de emociones negativas que nublan el juicio.
También recomendó cambiar la postura física: si uno está de pie, que se siente; si está sentado, que se acueste, ya que este cambio ayuda a calmar los nervios.
Otro método poderoso que el Profeta prescribió es realizar l ablución (wudu), ya que la ira es como el fuego, y el agua lo apaga.
Asimismo, aconsejó guardar silencio para evitar decir palabras de las que uno pueda arrepentirse después.
Sin embargo, el Islam no solo se centra en manejar la ira en el momento, sino que también promueve su prevención mediante la
paciencia y el perdón. En el Corán, Allah
su ira y perdonan a los demás: aquellos que hacen caridad, tanto en momentos de holgura como de estrechez, controlan su enojo y perdonan a las personas, y Dios ama a los que hacen el bien”
(Corán 3:134, Sura Al-‘Imrán)
El Profeta Muhammad también redefinió la fuerza, no como dominio físico, sino como el control sobre las propias emociones.
Dijo: “El hombre fuerte no es el buen luchador, sino aquel que se controla a sí mismo cuando está enfadado”.” [Sahih Bujari - 6114]